Escribo esta reflexión en el final de un año 2024 que ha sido especialmente negro, en lo político, social, meteorológico, aquí y allí. Solo el aspecto económico en nuestro país se ha librado de ese tono oscuro.
La derecha siempre que han existido protestas o manifestaciones por parte de sectores progresistas de nuestra sociedad las han tachado de agresivas, que van contra la libertad o atentan contra la Constitución.
En las próximas elecciones, tanto las de mayo como las de diciembre, la ciudadanía que vaya a votar, por encima de 25 millones, no se va a poder llamar a engaño ya que esta vez sí lo hará consciente de a quién y qué vota.