La mortalidad materna ha disminuido un 40% en los últimos 20 años, pero este avance está amenazado por recortes en la ayuda humanitaria, según un informe de la ONU. Estos recortes obligan a los países a reducir servicios esenciales para la salud materna, lo que podría aumentar las muertes durante el embarazo y el parto, especialmente en contextos humanitarios donde las cifras son alarmantes. Es crucial actuar para prevenir estas muertes y proteger la salud de las mujeres embarazadas.
El mundo ha logrado avances sustanciales en cuatro de las cinco causas principales de mortalidad materna. Pero el aborto no seguro, la única causa casi totalmente prevenible, se ha olvidado en gran parte.